Sondeo: Ferrari vs Lamborghini
Es difícil empezar por una sola diferencia cuando se habla de Ferrari vs Lamborghini: son autos deportivos, ambas marcas son italianas, el comienzo de cada una se remonta a mediados del siglo XX, tienen animales como símbolo distintivo, y por supuesto, lo más evidente, las dos marcas son absurdamente costosas.
Nacimiento de las diferencias
Que exista el paradigma de comparar estas dos marcas de lujosos y veloces deportivos no es una simple coincidencia. De hecho, los fundadores de ambas, Enzo Ferrari y Ferruccio Lamborghini, fueron rivales desde los mismos cimientos de la segunda.
Ferruccio Lamborghini provenía de una familia de agricultores de uvas, y tras servir en las fuerzas aéreas en la segunda guerra mundial notó que existía un potencial negocio en la industria de la agricultura, tan enclenque y necesitada luego del declive económico de la posguerra. Reutilizó máquinas militares como tractores y, en resumen, se hizo rico.
Ya habiendo fabricado dos modelos de autos de carrera en 1940, en aquella misma época de la posguerra Enzo Ferrari se dedicaba en paralelo a perfeccionar su naciente marca de automóviles deportivos, lanzando su primer modelo distintivo en 1947.
Fanático de los autos, y habiendo comprado varios lujosos, Ferruccio Lamborghini se decidió a comprar un auto de sus sueños: un Ferrari. No obstante, con el tiempo notó algunas irregularidades en el embrague; revisó además sus partes internas y se percató de piezas semejantes a las que utilizaba en sus propios tractores.
Ferruccio contactó a Enzo y le dio a conocer sus reparos, pero el señor Ferrari no se tomó con gusto sus comentarios, y dilapidó su opinión diciendo que no aceptaría recomendaciones de un joven constructor de tractores.
En pocas palabras: Ferruccio comenzó a elaborar su propio auto deportivo en una lucha de egos contra Enzo, y el primer Lamborghini vería la luz en 1963, como un auto de carreras de exhibición. Desde ese momento, la guerra Ferrari vs Lamborghini no acabaría hasta nuestros días.
Los superdeportivos de alta gama
Uno con sus distintivos colores intensos, curvas e historia en el mundo de las carreras; el otro, con su particular estructura aerodinámica, más puntiagudo, y con la patente de invención de las icónicas puertas de tijera que se abren hacia arriba.
Aunque hoy en día Lamborghini restringe las puertas de tijera únicamente a sus modelos de la más alta gama con motor V12, es fácil diferenciarlo de su competidor curvado, intenso: el Ferrari.
Estos superdeportivos también han presentado sus diferencias a ojos del mundo, y hoy compartimos con ustedes algunos de los datos más relevantes en la guerra de Ferrari vs Lamborghini.
A continuación te dejamos un sondeo acerca de este gran debate:
Datos de superdeportivos
Enzo Ferrari fundó la marca en 1929, bajo el nombre de Scuderia Ferrari, la cual en ese momento funcionaba como sociedad deportiva para Alfa Romeo. La marca fue reconocida en 1933, y el primer modelo original fue construido en 1940.
Ferruccio Lamborghini, por su parte, fundó su marca en 1963, 34 años después que Ferrari.
El primer coche de carretera de Ferrari surgió en 1947: el Ferrari 125S. El primer coche de carretera de Lamborghini vio la luz en 1964, solo un año después de la fundación de la marca, bajo el nombre de Lamborghini 350 GT.
El 2015, las ventas de Ferrari alcanzaron las 7.664 unidades. Para el mismo año, los autos vendidos de Lamborghini fueron en total 3.245.
El automóvil subastado más caro fue un Ferrari 250 GTo de 62 años en ese momento, vendido por una irrisoria suma de 34,65 millones de dólares.
Los autos más rápidos de ambas marcas alcanzan los 350 km/h. El modelo más veloz de Ferrari, el Enzo, avanza de 0 a 100 km/h en 3,4 segundos. El aventador LP700-4 de Lamborghini, pasa de 0 a 100 km/h en 2,9 segundos.
Del Ferrari FXX K se construyeron 40 unidades de 2015 a 2016, habilitado para poder manejarlo en carretera, por un precio de 2.7 millones de dólares. Del Veneno Roadster de Lamborghini se construyeron solo 9 unidades en 2014, también legal para ser utilizado en carretera, y su precio ascendía hasta los 5,6 millones de dólares.
Sabemos que no es fácil decidirse por lo salado o lo dulce, ni por lo claro o lo oscuro, ni por lo moderno o lo clásico. Lo cierto es que uno no tiene por qué cerrarse en una única alternativa, y que conociendo un poco de historia es posible discriminar en tanto a gustos.
